!Qué os voy a contar de nuestro Premio Nobel Don Santiago Ramón y Cajal que no sepáis la mayoría de vosotros que os dignáis a leer este blog!
No estaría demás que volvieran a sacar su serie autobiográfica cumpliéndose su 80 aniversario. Su biografía es apasionante, llena de aventuras, perseverancia, vocación, entrega, esfuerzo, autodisciplina...
Seguramente muchos de nuestros jóvenes, víctimas de la "Deseducación" que padecemos, nunca hayan oído hablar de el.
Cayó entre mis manos un libro de Don Santiago titulado "Reglas y consejos sobre investigación científica", con prólogo de otro de nuestros Premios Nobeles, Don Severo Ochoa.
La lectura de este libro me empezó siendo un poco pesada. Luego, ha medida que avanzaba por sus páginas, me iba enganchando más y más su lectura, algunos capítulos con ansia, pero al mismo tiempo me entristecía cada vez más.
El libro se escribió en las postrimerías de la pérdida de Cuba y Filipinas. Ha pasado ya un siglo y pico.
Nada ha cambiado en el Sol de España. A pesar de la democracia, de estar en Europa, seguimos con los mismos problemas, siendo víctimas de nosotros mismos y tan ignorantes como siempre. En fin, que este libro sigue estando de vigente actualidad.
Aconsejo su lectura y que como decía Don Severo Ochoa, todo científico e ingeniero que se precie, debiera tener este libro de cabecera y como referencia.
lunes, 10 de noviembre de 2014
Otra vez aquí
Vuelvo de nuevo a mi Isla de Pensamientos representada en este blog perdido en la inmensidad de este océano virtual.
Todos estos años de atrás he estado navegando en un océano de vanidades, alegrías vacías, apariencias, desilusiones, amarguras... Todo estaba escrito bajo el Sol.
De pronto tres acontecimientos me hicieron tomar de nuevo mi rumbo. No se si será el correcto. Lo que si se, es que de nuevo vuelvo a coger el timón de mi barco.
A pesar de todo me queda que todo Fue, Es y Será por los siglos de los siglos...
Todos estos años de atrás he estado navegando en un océano de vanidades, alegrías vacías, apariencias, desilusiones, amarguras... Todo estaba escrito bajo el Sol.
De pronto tres acontecimientos me hicieron tomar de nuevo mi rumbo. No se si será el correcto. Lo que si se, es que de nuevo vuelvo a coger el timón de mi barco.
A pesar de todo me queda que todo Fue, Es y Será por los siglos de los siglos...
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